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PROCESO DEL DISEÑO ARQUITECTÓNICO

Marifer Calderon

El proceso de diseño arquitectónico es más que una simple secuencia de pasos; es un método estratégico para imaginar y crear espacios donde las personas puedan vivir, trabajar o coexistir. Es un trabajo que combina creatividad y planificación, pasando por varias etapas desde la investigación de necesidades y la generación de ideas iniciales hasta el dibujo de planos y la definición de métodos de construcción. A lo largo de este proceso, se consideran factores como el sitio de construcción, regulaciones, materiales, cuidado del medio ambiente y cómo las personas experimentarán el espacio. Cada decisión influye en la apariencia y funcionalidad del lugar, así como en la calidad de vida de sus usuarios.

¿Cuáles son las etapas del diseño arquitectónico?

Hay 5 fases principales del diseño arquitectónico. Si bien no son estrictamente obligatorias, estas fases han sido identificadas por la AIA (Instituto Americano de Arquitectos) como partes importantes y fundamentales del diseño arquitectónico para un proceso sólido, asegurando coherencia, organización y, sobre todo, desarrollo y seguimiento. Estas fases son:

Diseño Esquemático: Este es el comienzo del desarrollo del diseño arquitectónico, donde el cliente expresa sus ideas y se llevan a cabo procesos de esbozo y definición de ideas. Esto implica desarrollar y definir claramente la forma, tamaño y relaciones básicas de la construcción. Todo esto se hace para tener una idea de lo que se construirá, cómo se construirá y cómo funcionará.

Desarrollo del Proyecto: En esta fase, se elaboran a fondo todos los aspectos y detalles del proyecto.

Aspectos arquitectónicos: Se utilizan software relevante para desarrollar tanto los espacios interiores como exteriores del proyecto, definiendo materiales, acabados y otros detalles constitutivos.

Aspectos Estructurales: Se identifica el esquema estructural de lo que se desarrollará. Estos se desarrollan en un programa de cálculo estructural donde se consideran varios factores y elementos para asegurar que la estructura sea resistente y cumpla con las normas técnicas.

Instalaciones: Finalmente, se aplican todas las instalaciones, incluidos los sistemas térmicos, hidráulicos y eléctricos. Estas son una parte fundamental del proceso ya que contribuyen al desarrollo correcto de la estructura construida.

Redacción de Documentación: La redacción de la documentación técnica para el diseño del proyecto es esencial. Estos documentos no solo traducen ideas y conceptos de diseño en información precisa y medible, sino que también aseguran una correcta ejecución en el sitio. Facilitan la comunicación clara entre arquitectos, ingenieros, constructores y clientes, previniendo errores, retrasos y sobrecostos. Además, son cruciales para cumplir con regulaciones, obtener permisos y asegurar que cada etapa del proyecto se desarrolle de manera eficiente y segura.

Licitación: El objetivo principal de esta fase es identificar una empresa de ejecución que se encargue del trabajo del proyecto. Aquí se deciden los costos y se evalúan las ofertas para que el cliente pueda elegir la opción más conveniente, beneficiando a ambas partes, antes de firmar un contrato.

Administración y Gestión de la Construcción: Una vez que se elige al contratista, comienza la parte final del proceso de diseño arquitectónico: la administración y gestión de la construcción. Estos son elementos clave para que un proyecto arquitectónico se materialice de manera eficiente, segura y dentro del presupuesto establecido. Una buena gestión permite coordinar tiempos, recursos, personal y procesos de construcción, asegurando que cada etapa se desarrolle según lo planeado en el diseño.

¿Qué documentos necesito para iniciar un proyecto arquitectónico?

Para comenzar un proyecto arquitectónico de manera organizada y efectiva, es esencial reunir una serie de documentos clave que guiarán el proceso de diseño desde sus primeras etapas.

Primero, se requiere un programa de necesidades, que define los espacios y funciones que el proyecto debe incluir.

También es esencial realizar un levantamiento de terreno, recolectando datos como medidas del terreno, orientación, pendientes y elementos existentes.

Otro documento importante es el estudio de regulaciones locales, donde se revisan las leyes de construcción, el uso del suelo y las restricciones urbanas.

Además, un presupuesto preliminar es útil para establecer los límites económicos del proyecto, así como un análisis de contexto, considerando factores ambientales, sociales y culturales del entorno.

Finalmente, tener referencias visuales o conceptuales y, si es posible, algunos bocetos iniciales, puede facilitar la comunicación de ideas y darle forma al concepto arquitectónico desde el principio.

Tener estos documentos desde el inicio permite el desarrollo de un diseño más coherente, funcional y adaptado a las condiciones reales del proyecto.

¿Cómo se adapta el diseño arquitectónico a mis necesidades y estilo de vida?

El diseño arquitectónico debe responder inteligentemente a las necesidades y estilo de vida de quienes ocupan un espacio. No se trata solo de crear algo visualmente atractivo, sino de hacer que cada rincón sea funcional, cómodo y coherente con la vida diaria. Una buena planificación arquitectónica considera aspectos como la distribución de ambientes, la entrada de luz natural, la ventilación cruzada, el uso eficiente del espacio y la selección de materiales duraderos y sostenibles. Cuando el diseño se adapta a las rutinas, dinámicas y preferencias de uso, se mejora el bienestar, se optimiza la experiencia de vida y se crea una conexión auténtica entre las personas y su entorno construido.